Ando tranquilo,
barriendo las calles con sigilo,
camino paso a paso,
abrigado por el frío.
Viviendo el presente,
añorando el pasado,
ya los años van pasando, ¿no?
Desde el 95,
seguimos cayendo del guindo.
Macerando con cariño.
Desde pequeños,
forma de vida,
la carretera, los “bolos”, las giras.
Esta es mi manera de crecer personalmente,
me siento lleno al escribirme,
las cosas que pienso al levantarme,
me dejo llevar,
el boli me entiende,
terapia de choque fatal.
Medicina personal.
Mi propio dueño,
mi creatividad.
Y aunque puede ser,
complicado de entender,
el por qué nos dejamos la piel.
Hay “peña” que aún nos dice que no entiende nuestro rollo
y nosotros les decimos que.
Nana, na nana, na na.
Esto lo hago por mi,
no lo hago por ti,
esto lo hago por mi.
Nana, na nana, na na.
Esto lo hago por mi,
no lo hago por ti,
esto lo hago por mi.
Ya no quedan caminos que me lleven a la verdad,
solo la música me hace sentir más fuerte.
Este ritmo me late,
el corazón me deshace,
salgo de viaje,
como la luna y el mar en una noche salvaje.
Yo me dejo llevar,
sobrevolando la ciudad,
amanezco en otro lugar,
y es que a mi el resto me da igual, ya
Nana, na nana, na na.
Esto lo hago por mi,
no lo hago por ti,
esto lo hago por mi.
Nana, na nana, na na.
Esto lo hago por mi,
no lo hago por ti,
esto lo hago por mi.