Podrían ser las seis, la una o las diez
Todo da igual adentro de una pieza,
Su vieja era la única en la casa
Que le mandaba cartas
Por debajo de la puerta.
Fue la medicación o el hongo del café,
Bajó alucinando la escalera
Y en todo lo que nunca pudo ser
Su cansada timidez
Regó una flor perversa.
Anda buscando que le pegue el sol
Para sentir la vida en la cara
Casi lo pisa una ambulancia
Yendo por san juan
Que pisteaba con las sirenas apagadas.
Y conoció a un doctor que hablagasaba en inglés
La calle le salía por los ojos
Pateando con una pichuca desquiciada
Lo dejaron bien en banda
Pegando faso en tablada
Ingenua decisión buscar la claridad
Hablando solo a plena luz del día
Los tóxicos vapores de una mañana
Sin puertas ni ventanas
Lo llevaron a García.
Se fue con una piba de la barra
Y entre cafés, cines y plazas
Amó su hermosa compañía
Por fin sintió que lo querían
Hasta que cayó en la cuenta
Que quizás tan solo fue su terapeuta.
Anda buscando que le pegue el sol
Para sentir la vida en la cara
Mangueando tucas y monedas
En la peatonal
Discutía con todos sus fantasmas.
En la cortada Ricardone
Dos onanistas anónimos
Lo invitaron a curtir.
Llevaba en su bolsita
un revolver
Y entró en “el bola 8”
Como queriendo discutir
¡Ni el tiro del final le va a salir!