Tenía ocho años cuando empecé a pensar,
miro al cielo y me pregunto: ¿Quién lo hizo tan azul?
¿Por qué la lluvia cae y luego vuelve a brillar?
¿Y las estrellas? ¿Se apagan o solo juegan a ocultar?
En el jardín de mi casa me siento a imaginar,
escucho al viento susurrar pero no me quiere hablar.
Papá dice que el mundo es grande, que hay cosas por descubrir,
pero ¿cómo entenderlo si no sé ni qué es vivir?
¿Por qué los árboles crecen y luego se marchan?
¿Y por qué un pájaro canta si no tiene palabras?
Si el tiempo nunca para, ¿puedo yo detenerlo?
¿Y si la vida es tan frágil, por qué soñamos eterno?
Preguntas al viento, respuestas que se van,
como hojas que vuelan y nunca volverán.
Un niño y su mundo, tan grande, tan fugaz,
buscando sentido en el tiempo que se va.
Hoy vi una hormiga cargando algo diez veces su tamaño,
¿cómo sabe a dónde ir y por qué no se hace daño?
¿Quién decide lo que es justo y lo que está mal?
Y si todos somos iguales, ¿por qué a veces hay que luchar?
Vi a mamá llorando pero no quiso explicar,
me dijo “no te preocupes”, pero yo quería preguntar.
¿Las lágrimas pesan o flotan en el corazón?
¿Y si no entiendo lo que siento, acaso tengo razón?
¿Por qué el sol nos quema si nos da la vida?
¿Y por qué lo que me asusta a veces me da risa?
Si el amor es tan grande, ¿por qué puede doler?
¿Y si un día todo se acaba, qué queda después?
Preguntas al viento, respuestas que se van,
como olas que chocan y vuelven al mar.
Un niño y su mundo, tan grande, tan fugaz,
buscando sentido en el tiempo que se va.
A veces cierro los ojos, no busco entender,
solo sentir que el misterio es parte del ser.
Hay cosas que no sé, y otras que nunca sabré,
pero si dejo de preguntar, ¿qué niño podría ser?
Preguntas al viento, respuestas que se van,
como sombras que corren y vuelven al mar.
Un niño y su mundo, tan grande, tan fugaz,
buscando sentido en el tiempo que se va.
Sigo sentado en mi jardín mirando al cielo azul,
quizás no tenga respuestas, pero no importa aún.
Porque la magia está en soñar y en seguir preguntando,
ser el niño que nunca deja de ir explorando.