ESCONDIDO DE BOMBISTOS\t\t(María Celeste Lores)
El mocito deslumbrado por la imagen del maestro
le suplica que bendiga su respeto por lo nuestro;
los palillos de su bombo que los confíe a sus manos
para latir desde el parche el corazón provinciano.
Y testigos de este acto son el monte y la llanura
presenciando a un chango humilde que imitando la postura
va creciendo en el repique junto a don Domingo Cura.
Tronquito tallado a mano, trozo de cuero curtido,
para bombear con Nahuel, repiquetear con Domingo,
rescatando las canciones que no irán hacia el olvido...
tiento que ajusta penas de un retumbo dolorido.
Cuatro esquinas cardinales se sumaron a la fiesta
de charangos y guitarras completando así la orquesta,
aparecieron las coplas del patio y la cacharpaya
invitando a que acerques para que nunca te vayas.
El maestro y el mocito se alegraron porque todos
cada vez que el viento juegue con el sentir de sus bombos
bailaremos viejas danzas revoleando nuestros ponchos.
Tronquito tallado a mano, trozo de cuero curtido,
para bombear con Nahuel, repiquetear con Domingo,
rescatando las canciones que no irán hacia el olvido...
encontrados en el giro que corona un escondido.